lunes, 22 de septiembre de 2008

Its only when I lose myself with someone else that I found myself

Me pregunto a veces cuál es el motivo del éxito de Depeche Mode en muchos lugares. Se me ocurre que la voz deliciosa que se derrama como miel desde la boca de Dave es una de las razones. También sus bailes, su extravagancia, los sonidos extraños que son como si estuvieras perdido en una especie de bosque vacaláctico.
Pero creo que la verdadera razón del éxito, son las letras. Profanas. Sacrílegas.
¿Lo son? ¡Pero si hablan de devoción! Sumisión, esclavitud, pasión, dolor, entrega divina, éxtasis.
Son.
Mi corazón se enciende de sólo pensar que al perderme en alguien más puedo encontrarme a mí misma. Pesa de sólo imaginar que tengo que vender mi alma por el placer de atesorar un beso, de dar un corazón en llamas como ofrenda devota en la palma de la mano de mi santo personal. Unas llamas que arden, laceran, como torturas medievales.
Eso me llevó a pensar en el dolor que siento en mi naríz. Me recordó dolores olvidados. Dolores de bofetadas cruzadas inmisericordes. Dolor de puños sobre mis músculos. En el reino del dolor, de donde no podía escapar. Eternidad era una palabra muy pesada para una niña tan pequeña. La eternidad dura hasta que uno desea. Y la eternidad, el fuego eterno y el purgatorio del pecado asolaban mis noches de niña insomne.
Todo eso quedó sepultado bajo toneladas de arena del desierto del olvido. Y uno de esos dolores asomó su uña ensangrentada. Reptó hasta la música de mi idolo atemporal.
¿Quieres volver a sentir la pasión de un ángel de siete alas? ¿Quieres que tu piel sea mordida por el látigo de nueve colas del diablo en turno?
Sí, a veces deseo de nuevo ser sometida a un dolor medieval (que no feudal, ese si debe ser ultraterreno)
Pero por qué tengo que ver tu rostro apasionado. Tus ojos entrecerrados, de sueño y entrecierro los míos, de placer.
Mi corazón no puede más. Duele.
Este dolor es más medieval de lo que puedo tolerar. Infinito.
E infinito será hasta que termine, como la eternidad de mi infantil infancia.
Hasta que arranque tus huesos de la tumba del verano. Hasta que use de nuevo tu piel para cubrir mis pies del frío invernal que no dejan ni a solo ni a sombra. Hasta que mi pecho reviente en mil lágrimas de sangre, lágrimas negras de la peste del amor.
Y solo quiero llorar, no quiero abrazarte ni besar tus perfectos labios lascivos y tentadores, no contaré tus mil lunares, ni haré constelaciones de ellos porque eso significaría enamorarme del cuerpo perecedero que te amarra al mío. Significaría venerar el vaho que sale de tu naríz cuando besa la mía.
Entiendo que mi ombligo ha tejido una red mucho más larga de la que nunca antes había tejido, y cuando los submarinosespíasrusos la rozan desde lo profundo del océano, cuando se atora con las aguamalas y los delfines juguetean con ella, cuando los bañistas se la quitan de encima, y los que se asolean juegan con ella como red de volleyball.
No lo soporto más Dave. Gracias a Dios dejaste DM y te dedicaste a cantar porquerías como Bitter Apple, ya no lastimarás mi corazón de nuevo.

Sigamos cantando con Kiss xD

domingo, 21 de septiembre de 2008

To Lennon

Do you remember, my love? When the night was cold and everything was dark. I couldnt sleep and kept on touching your tighs with my cold feet. I sat next to you and with sleepy voice you said "dont be afraid" I saw the moon covered by heavy clouds and thought I wont be afraid, just as long as you stand by me.
Darling, stand by me. Please. Stand by me.
Then I realised that if everything suddenly fell, I would only be steady if you stood by me.
Stand by me. Stand by me.
Darling, darling all things I could say may not be strong enough, just if i ask you to stand, stand by me.

jueves, 18 de septiembre de 2008

No sé qué pasó

De repente no entendí nada, era una bola de humo saliendo del cigarrillo de todos. Lloramos, entendimos. Nos fuimos.
Y aquí estoy, despierta recordando que aquél oye, sabiendo que yo huelo.
Y huelo en el aire un lago de flores grises en el agua azul (o era al revés)
Que aunque esos botones solo florezcan una semana del año, es la semana más rosa y naranja de todas.
Que cada momento pequeño importa. Y ese momento debe saber que es importante.
Que soy sofisticada. Me lo dijo alguien que no comprende mi naquez infinita e inquebrantable.
Que soy una berrinchuda y espero que mis pucheros se escuchen hasta el otro lado del globo ocular que rinde espacio.
Por favor, no aquí...
¿Por qué? No aquí.
No puedo soportar este silencio poblado de sus palabras por más tiempo. Y no podría soportar música menos, a riesgo de que la odie o que vuelva a salar el terciopelo de mi ser. Solo quería beber esas lágrimas. Quería no llorar para abrasar mi alma. Pero la pólvora estaba muy mojada de tristeza infinita, que acabará en unos meses.
Yo no podía parar ese tren con mi presencia. Y dejé que me destrozara.
Pero soy felíz por dentro, porque nada me falta, y nada faltó en ese momento. No faltó nada.
Bueno, sí faltó. Faltó que me matara, para acabar con mi miseria. Es una miseria alegre que se sostiene de una esperanza, agarrada de un alfiler al pelo de la mítica rana calva.
No llores, por favor, por favor. No aqui.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Gráfico

Me deleito en tu desnudez perfecta, amor mío. La forma en que me miras desde la cama. Las líneas perfectas de tu rostro imperturbable, segundos antes de arrancarte el aliento a besos. Tu belleza recostada sobre tu larga humanidad, y la enorme herencia de tu padre, como diría un árabe ocioso de un cuento miliunnochianos.
No puedo dejar de verte, así como no puedo dejar de amarte ni un solo instante, pues si pierdo ese instante mirando algo más, o amando otro ser, será un instante menos del infinito placer que es perderme en tu insondabilidad. Debo ser cuidadosa con mi propia finitud. Comparada contigo, sólo soy una mariposa en el aire, contemplando la belleza eterna de las flores del járdín de las huríes.
Bien dicen que el dolor más grande es la pena de amor. Es infinito hasta que termina.
Y mi dolor de amor por ti es incababable, es un deseo nunca satisfecho. Cada vez que te tengo, te deseo diez veces más. Y sólo por saciar la décima parte de la siguiente necesidad, soy capaz de sacrificarme, a sabiendas de que terminaré con una deuda elevada a la millonésima potencia de lo que comenzó.
Todo lo que digo encima de mi cabeza, podría reducirse a un escueto "te amo" en la puerta de mi casa cuando nos despedimos. Eso es lo que tu ves.

Pero en cuanto cierro la puerta, debo encerrar mi deseo en algún lado. Mi deseo es tan grande que creo que algún día moriré de amor por tí.