lunes, 31 de agosto de 2009

Desgranando ideas (no confundir con desangrando)

Las palabras que me has dicho, se quedaron pegadas en mi paladar. Quiero que las repitas una y otra vez para que nunca se borre su sabor.
Estás hecho de horas cosidas a la textura de tus estrías.
La nube de mi cama solo compite con la tempestuosa nubosidad que tienes en la cabeza.
No puedo evitar mirarte y dejar que a mis ojos se los lleve el horizonte clínico de la locura.
Te miro al vacío. Me pierdo en cada raya y punto que tiene tu iris.
Cuando me hablas, veo hipnotizada cómo besas las palabras, cómo tus dientes las muerden y deseo formar parte de tu idioma para que tu voz forme ecos con mis letras.
Miras sin mirar, sin saber que quiero verme reflejada en tí.
Y de pronto nuestros ojos se tocan, nuestros cuerpos se sumergen uno en el otro nuestras manos se abrazan y tu boca me pronuncia.
Me pronuncia como sentencia de vida.
Y mis pensamientos quedan tirados, desgranados como maíz para las aves que vuelan a nuestro alrededos.
Que se queden con esas migajas; yo me contento con la tormenta que tu nube arrecia entre mis párpados.

2 comentarios:

Conebrije Móndriguez dijo...

Cora de mi vida, escribo porque me lo pides, ya sé que quieres una historia chingona, pero lo que ronda en mi cabeza ahorita es esto. Ora antes de navidá te prometo que si te hago una historia larga, mamona y chingona hehehe

cris dijo...

cora, muchas gracias, eres muy importante para mi, gracias por alimentarme con estas palabras